Este grupo de entradas quiere ser un mero reflejo del trabajo de tod@s los componentes de La Agrupación Deportiva Samburiel. Enhorabuena a tod@s los que habéis corrido estas pruebas. Que mejor explicación que recoger unas crónicas y que algun@s de los protagonistas os cuenten de primera mano su experiencia, esta lectura a tod@s nos ayudara a aprender de los que están consagrados y de los que empiezan en este mundo del correr que tanto nos gusta.
Desde la primera edición de esta carrera benéfica (no lo suficiente en mi humilde opinión, un poco de benéfica y no muy claro cuanto de negocio) Rosa, nuestra Rosa uno de los miembros más activos de la Junta Directiva, siempre con muchísimo trabajo y férrea en perseguir cualquier céntimo que pertenezca a La Agrupación Deportiva Samburiel. Deportista y amante del deporte quizás sea la mujer que mejor conoce en Cerceda y sus alrededores esta carrera, no dejéis de mirar la última foto con una Rosa más jovencita:
Rosa nos brinda esta Crónica:
Un
año más y ya van 11, me presente en la
línea de salida de la Carrera de la Mujer de Madrid. Además desde hace 8 años y
por la misma fecha, he participado en todas las ediciones de la Carrera de la
Mujer contra la Violencia de Genero que se celebra en Cerceda. Estas dos
carreras, excepto alguna otra
esporádica, son en las únicas en las que
participo cada año.
Tengo
recuerdos inolvidables de ambas carreras.
La
primera de Madrid porque hice parte del recorrido empujando a Gelete que tenía
menos de un año. Por aquel entonces se terminaba en el estadio de Vallehermoso.
El circuito transcurría entre Rio Rosas y Cuatro Caminos. Y el momento más
esperado era el paso por el centro de bomberos que nos hacían el pasillo con
sus mangueras (mangueras de agua que sois muy mal pensados) y nos daban ánimos.
Te daba tal subidón de adrenalina que llegabas a meta del tirón. Los vecinos
animando a lo largo de todo el recorrido. El corazón se te salía cuando te ibas acercando a la
meta, comenzabas a escuchar primero los gritos de ánimo de la familia y amigos
y por último ver la cara de alegría al pasar por delante de ellos. En ese
momento, el más pequeño de la casa me acompañaba los últimos metros y con su
vitalidad me arrastraba hasta la línea de meta.
Con
los años, el circuito ha cambiado. De
Vallehermoso, pasamos al Retiro y los tres últimos años dada las dimensiones
que ha cogido la carrera vamos por las calles más emblemáticas de Madrid. Es
alucinante como un domingo, la Gran Vía, Sol o la calle Mayor queda inundada
por una marea rosa de más de 20.000 mujeres. Este año ha sido distinto. Llegue
a pensar no ir porque ir sin acompañantes ni tener espectadores de lujo que te
vean, ni que tu hijo te acompañe los últimos metros, la verdad que no ayuda
mucho. Pero la cosa cambia cuando te ves envuelta por todo ese espectáculo que
comienza a apoderarse de ti y que ya no puedes parar desde el momento que
comienza la marcha atrás del crono, y sin apenas llevar un plan de
entrenamiento sales a darlo todo en los 7 km y 200 metros. Cruzo la línea de
meta con algo más de 38’ que para lo poco que entreno me doy por contenta.
Marta es sin lugar a dudas la Deportista revelación de este año en La Agrupación Deportiva Samburiel, augura un excelente futuro.
Marta nos cuenta sus sensaciones:
Llegando sobre las 8.15h de la
mañana, los nervios hacen presencia, al ver a miles de mujeres (unas treinta
mil) de todas las edades, con el firme propósito de luchar contra el cáncer de
mama.
Son las 9 de la mañana y se
acaba de dar el pistoletazo de salida. Con un recorrido de aproximadamente
siete kilómetros, de repente todo el pelotón se puso en movimiento…
Durante los primeros
kilómetros, intento hacerme hueco, pidiendo paso a toda corredora que me
encontraba por el camino. Pasados poco más de cuatro kilómetros, las
sensaciones son muy buenas, respiración idónea, piernas fuertes, y ritmo
constante. Logro mantener una buena
posición, ya que tenía espacio suficiente para ir tranquila. Ya casi en el
sexto kilómetro, comienzo a flaquear un pelín, la cuesta de la calle Ferraz se
hace durilla, pero finalmente, a pocos metros veo el arco de meta…
Contenta con el tiempo, pero
sobre todo por aquellas personas ajenas a la competición, que portaban carteles
y pancartas en las que se podía leer “ánimo chicas”. Estos mensajes de apoyo,
junto a los aplausos a medida que circulábamos, era una forma más de expresar
el valioso esfuerzo que estábamos realizando.
Carrera de La Mujer de Madrid 2007, expedición de Cerceda, Boalo y Mataelpino |
No hay comentarios:
Publicar un comentario